(Odio)

Odio, el alzar la vista, horizontalmente, en la cama y ver desierto, como cada día.
Odio la lluvia en la calle y en mis ojos, los domingos de sol.
Odio el lamento de todo aquello, que no merece estar muerto.
Odio odiar, pero seguiré odiando.

(Cuídate)

Espero que no demores en tu vuelta.
Sabes, que aunque no me gustan las despedidas, quiero verte lejos.
Que seas feliz sin verme, yo deseo que no tardes en volver, aunque espero que te instales por un tiempo.
Nos vendrá bien la lejanía, aunque no aguante al minutero, que me recuerda que ya no estás, que ahora eres libre y esclava de la alegría, pese que a veces, venga a socorrerte la tristeza.

(Necia inspiración)

Cuando una puerta se cierra, otra se abre.
¿Quién coño dijo eso? Yo estoy en un cuarto sin puertas, sin ventanas y sin cerrojos.
No sé cómo llegué hasta aquí, solo que al abrir los ojos, cesaron los ruidos de capataces y excavadoras.

(Holocausto al silencio)

Por mucho silencio que oigamos, seguirán habiendo bombas.

(Sed)

Sin besos, no seríamos más, que animales irracionales.